ATRAPAMOSCAS SINGULAR

Reproduïm a continuació el primer capítol del llibre d'en Fàbregas, basat en una anècdota, suposem adornada, en la qual apareixen personatges carismàtics d'El Terreno de principis del segle XX.

La lectura de un anuncio, hízome dar un salto atrás. Tiempos aquellos de cuando la Plazuela Gomila, era de único dominio de terrenenses y veraneantes, ocupándola cual si fuera la salita de estar de todos los Lares del caserío.

En aquel entonces, 1913 Sa Plaçeta resultaba mucho más recoleta, pues la finca de Ca's Capellá Sec, propiedad del presbítero Don Bartolomé Vich, era especie de biombo que alargaba un poco más la longitud de la calle de La Bonanova (actual Tte. Mulet) Los bajos de la casa contenían un Colmado y un Café, que regentaba la señora hermana del sacerdote, viuda, cargada de hijos.

Habitaba en la calle de La Bonanova, muy cerca de la iglesia, un funcionario de Hacienda, "forastero" inspector de aquél organismo, cargado de hijos, y por ello con mucho trajín. Entonces bien fuera porque los hijos nacían con un pan bajo el brazo y por aquello de, no sólo de pan se vive, fue el primer funcionario que se inició en el pluriempleo, haciéndose con la representación de licores "modernos". Así con el "aval" de su poderoso cuan temible cargo, pudo hacer cuanto le vino en gana, al visitar las tiendas de ultramarinos, ensañándose mucho más, con el negocio de Ca's Capellá Sec, por ser colmado y café a un tiempo. Fue un licor, el "Yum-Yum"1,extracto jugoso de plátano congolés. Al descorchar la botella, apestaba a demonios. Ni de regalo, por aquello de "la casa convida". No hubo jamás ningún carretero o pescador que fuera capaz de probar un solo copín.

El representante de marras, cuando hubo abastecido "la plaza", fue a visitar al consignatario don Valentín Schembry a su despacho de la calle de La Marina (actual Avda. de Antonio Maura) ,y residente dicho señor en El Terreno. Conocía perfectamente, de lo que se trataba. No pudo escabullirse de la presión amistosísima de aquel "fulano".

Al recibirse el pedido, al chaval de almacén, se la cayó una botella, vertiéndose el contenido del Yum-Yum sobre el pavimento. Al punto vio como las moscas acudían en tropel, y casi de inmediato quedaban patas arriba. Nada de dar volteos ni sufrir agonías. Los dipteros quedaban fulminados por la muerte. El chaval se lo manifestó a Don Valentín. Este extrañadísimo se llevó una muestra para que la analizara don Pablo Gelabert de's carrer Gran de Santa Catalina. A la sazón era farmacéutico y propietario de la droguería todavía existente en la calle de San Magín.

Por el análisis obtenido se avino en adquirir toda cuanta existencia había de Yum Yum, extracto jugoso de plátano congolés. Y lo mismo humedeciendo las esponjillas de las jaulas atrapamoscas de rejilla metálica que vertiendo el líquido en cualquier recipiente, fue la panacea universal para terminar con la plaga de moscas existente en Palma y suburbios.

El funcionario de Hacienda, por haber pedido el traslado, no se le volvió a ver nunca más.

Font (text): Lluis Fabregas: Estampas de "El Terreno" Ediciones Cort, Palma 1974

Imatge: Seria aquest els licor al que es refereix Fàbregas. Imatge d'una botella de l'any 1926 de unes destileries de Tortosa.