L'Amo En Joan, alies Bolleta. Por Carnestolendas solía disfrazarse de Senyó, con chistera y frak. Bien mirado lo fue, porque fue cumplidor en los tratos y apreciado por residentes y veraneantes.
He aquí una vieja estampa que hará reverdecer los años mozos de mucha gente, lo mismo residentes que veraneantes.
Parece, que aún le vemos sentadito sobre el poyo, presidiendo su carrito expendedor de "fresca". Fue para los niños y adultos el máximo refrigerador. Algo así como la miniatura de Ca'n Bartola.
Aquél, su carretet se lo ganó a fuer de trabajar. Su historia es, aleccionadora, con moraleja comprendida, como las historietas de verdad, del tiempo de las estampas que os muestro.
En Bolleta natural de la Villa de Bunyola, fue mandado a trabajar a Palma. Su padre había sido Servidor de don Juan Pieras, es senyor de Ca's Xabéc del arrabal de Sta. Catalina. En Bolleta, junto a su progenitor, tot li venía feixuc por lo que su progenitor, la mandó a fer de mocét a Ca'n Pieras. Debió nacer cansado por cuanto ni en la Cementera, ni a la Carpintería, ni mucho menos en la Herrería, el muchacho podía encontrarse a gusto. Don Juan estaba apurado. No sabía qué hacer con él. Sabía de antemano que si le enviaba a Bunyola, su padre sería capaz de darle la gran paliza. Por ello, llamó al chico y muy paternalmente le dijo que si lograba, prometiéndoselo de antemano que estaría durante un año en la dependencia de la fábrica de hielo, además de ofrecerle un buen jornal, le haría un buen regalo. Debía cuidarse de hacer el reparto del hielo a los cafés, tabernas y parroquianos, del populoso arrabal.
Juan Riera, cumplió exactamente su cometido, y al cumplirse el tiempo fijado, el señor Pieras, le obsequió dándole el carrito, con sus correspondientes bombas y vasos. También le nombró único expendedor y distribuidor de hielo en la barriada de El Terreno.
El mote de Bolleta, no le vino por su pequeñez sino por la consecuencia del año 1906 que en Palma el día 3 de febrero cayó una gran nevada, blanqueando Na Burguesa, el Castillo y bosque de Bellver hasta el mar. La falda bellverina quedó convertida en descomunal sorbete. A Juan Riera le chocó aquello, y, encontrándose en la calle del 2 de Mayo, después de entablar batalla con otros muchachos, se le ocurrió hacer una bola de nieve que al hacerla rodar, iba agrandándose y al hallarse junto a la escalinata de la calle de la Iglesia (actual de Menéndez Pelayo). Ya podéis imaginar, lo que ocurrió. Tomó tal embestida por la pendiente, yéndose a estrellar a la Carretera, y de retope dió a sa taulada de sa porxada de Ca's Geperut. Por el tutup hizo trizas una docena de tejas, las cuales junto con la nieve cayeron al interor del "merendero-café" con gran asombro del cafetero y concurrencia. Por el estruendo y sorpresa, salió a ver, la causa del estropicio y l'Amo En Bestard de Ca's Geperut, se encuentra al muchacho con un canguelo terrible. Este le increpa diciéndole: ¿Qu'has fet, animal? Y Juan respondió tartamudeando: Jo..jo..no.. E.. e.. stat, sa sa.. boo boo..lleta!
L'amo al verlo tan apocado, le dió lástima, pero le dijo: "Te 'n daré jo, de bolleta!... i per davers ses anques. Si no te'n vas més que depressa, polissardo..."
Desde aquel día 3 de febrero de 1906, y para siempre Juan Riera, terció su apellido. Fue conocido por l'Amo En Joan Bolleta. Fue el hombre más pintoresco, respetuoso, siempre dispuesto a servir al prójimo. Fue una buena persona y amante de su familia.
Font (imatge i text): Lluis Fabregas: Estampas de "El Terreno" Ediciones Cort, Palma 1974